El hecho del hambre es el holocausto más salvaje que el hombre ha realizado a lo largo de la historia. Es el gran crimen de nuestro tiempo, ya que el hambre existe porque los hombres queremos que exista. Su realidad permite la opresión de unos pueblos sobre otros a través del imperialismo criminal formado por las multinacionales […]

            El hombre de nuestro tiempo debe saber que la lucha contra el hambre, como la lucha por la Paz, pasan por la destrucción o cambio de los sistemas económicos mundiales que pivotan sobre el armamentismo. […]

            Las respuestas al hambre, mientras no pasen por una lucha política que aspire al cambio de los sistemas económicos imperantes, no pasarán de ser, en el mejor de los casos, testimonios, con toda la grandeza que tienen, pero, también con toda la insuficiencia.

            Amarnos los unos a los otros como Cristo nos ama, exige estar dispuestos a participar en la lucha política que haga posible desaparecer sistemas políticos, económicos y culturales que han provocado el crimen de centenares de millones de personas asesinadas por hambre. Sabemos que, en frente, nos esperan todos los grandes poderes de la tierra, pero si queremos… podemos. Un día Dios preguntó a Caín: “¿Que has hecho de tu hermano?”. Hoy nos lo pregunta a ti y a mí, ¿Le vamos a seguir respondiendo como hasta ahora? ¿Cómo le respondió Caín?

            Empieza la acción contra el hambre oponiéndote a los sistemas económicos de nuestro mundo y a sus mitificaciones. Como puedas, desde donde puedas. Pero YA. Seamos los unos para los otros, guardianes de nuestros hermanos.

 

Prólogo al libro “Respuestas al Hambre” de Ander Egg