La persona humana es el único valor sagrado.
Y es la necesidad de desarrollarse de todo ser humano la que le hace más digno. Y eso en política y en economía habrá que tenerlo en cuenta. Puede ser necesario llevar adelante un programa político. Pero también es necesario el polo utópico. Y si no hay utopía surge la dictadura: lo posible imponiéndose. Por eso ningún sistema político habla de cambio cualitativo.
Las reivindicaciones políticas de la izquierda de hoy no tienen nada que ver con las de la izquierda histórica. El imperio es imperio; como dice Fraga es imposición violenta y ahí no se pueden permitir oposiciones, aunque hagan escaparate de oposición. En ningún programa político aparece la revolución. El desarrollo sociopolítico de la centralidad de la persona humana es la Autogestión.
Que todos los seres humanos protagonicen la organización política de la sociedad.
Se trata de ir profundizando en la auténtica democracia. Democracia es «poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo»; frase colocada en edificios como el Capitolio norteamericano pero que nadie quiere poner en práctica.
Artículo:” Caridad Política”, publicado en Id y Evangelizad Nº 52