Todo imperio genera corrupción interna que le debilita. Que se da esto entre los pueblos enriquecidos del imperialismo transnacional, es un hecho evidente. La familia unipersonal, el aborto, la droga, la eutanasia, los descendentes índices asociativos, el tecnoburocratismo político, el espiritualismo religioso occidental, el pasotismo conservador e individualista de la nuevas generaciones occidentales, etc., son otros tantos síntomas de la corrupción interna del imperialismo transnacional.
Del artículo “Aprender en la escuela a leer el mundo”,
del libro: “Enseñanza en libertad”, pag. 30, año 1993.