El espiritualismo y el secularismo religioso, especialmente en el hemisferio norte, está de acuerdo en enterrar la Sollicitudo Rei Socialis. Como dice Juan Pablo II, vivimos en un mundo imperialista, y nuestra economía forma parte importante de ese mundo[…].
Desde el punto de vista evangelizador, debemos hacer notar que el imperialismo guarda relación directa con la expansión por Iberoamérica del protestantismo y las sectas; no podemos olvidar que el protestantismo ya fue el respaldo religioso del capitalismo. Iberoamérica es un subcontinente globalmente católico y el sistema necesita romper esa unidad. Es el mismo fenómeno del creciente espiritualismo.
En la Iglesia católica, desde la devoción a la Virgen hasta la doctrina social de la Iglesia, todo dice que la espiritualidad cristiana no es de tejas para arriba, sino de tejas para abajo; el que no ama a su hermano es un mentiroso es una verdad que vale para la dimensión individual y la estructural.
El evangelizador tiene que saber que la economía actual es imperialista y que la tradición de la Iglesia está contra ella por sostenerse en estructuras de pecado.
Evangelizar en la frontera de la economía, Revista SINICE enero 1989
Revista Id y Evangelizad nº 52, pag 45