La promoción de una cultura solidaria que genere una honesta y libre opinión pública; el boicot solidario a los productos de las empresas transnacionales y la promoción de asociaciones cívicas militantes, generará un frente adecuado para acabar con el hambre, el paro y la marginación. Voluntariados y ONGs pueden y deben colaborar a ello, sabiendo que no hacerlo es encubrir a los causantes del hambre, el paro y la marginación. Aquí tienen una tarea, al alcance de cualquier persona o grupo de buena voluntad, que puede acabar con estas injusticias porque no pone parches asistenciales ni encubre las causas.
Prólogo al libro Solidaridad