Muchas veces los cristianos hablamos de las realidades socioeconómicas y políticas olvidando la CARIDAD POLÍTICA.
Un buen plan de formación debe descansar en la convicción de que no hay nada más importante para los hombres y mujeres cristianos que el intento de que veamos, juzguemos y actuemos desde la Fe. Lo característico nuestro debe ser Ver la realidad desde la fe. No debe bastarle al militante la acción en el mundo. Es evidente que los militantes estamos hechos para la acción en el mundo, pero la acción en el mundo desde la fe. Y en eso van a estar todas las posibilidades de permanencia en la vida militante. Es evidente que cuando España era, hace cincuenta años, por sus condiciones de vida, igual que hoy el Tercer Mundo, el mismo espectáculo de la miseria le revolvía a uno las tripas y le llevaba a la acción. En el mundo en que vivimos, los hombres sin fe nos testimonian que hay razón para la lucha. Nuestros hermanos sin fe no tienen razones para luchar. Ya no hay acción militante. De hecho, cuando hacen algo que les implica seriamente su vida lo hacen cobrando. Es un hecho que está ahí. Se cumple aquello de A. Camus: «O conseguimos el santo sin Dios o el ateísmo es una estupidez». Ese es el desafío práctico, vital, de nuestro tiempo.
”Caridad Política”: publicado en Id y Evangelizad Nº 52
En la foto cardenal Bergoglio con los obreros en Argentina