Rovirosa, compromiso bautismal y amor a la Iglesia

Guillermo Rovirosa vivió con entereza de hijo fiel su amor a la Iglesia. De esto el padre Voillaume y otros ilustres hijos de la Iglesia pueden dar testimonio. Hoy, cuando tantas calumnias se dicen contra la Iglesia, incluso por los que tuvieron treinta años de vacaciones durante el franquismo, la eclesialidad de Guillermo tiene una relevancia especial.

            Cuando algunos personajes de la Iglesia, interpretando mal un confuso informe policial sobre una reunión de cristianos presidida por un catalán y celebrada en una capilla de la basílica de El Pilar de Zaragoza, decidieron que abandonara inmediatamente todas sus responsabilidades en la HOAC “porque se había servido de la Iglesia”, un obispo español le propuso ir a ver al Papa para plantearle la cuestión, y él le respondería: “Se lo prohíbo. Un hijo no se defiende nunca de su madre, es la madre la que tiene que defender al hijo.” Y se retiró a Monserrat hasta que le sacamos de allí para lanzar y presidir la Editorial ZYX.

Amor a la Iglesia

De los tres pilares de nuestra espiritualidad es, sin duda, el del amor a la Iglesia, el que más en cuestión está en la sociedad opulenta enriquecida. Tener afirmado este punto en nuestra vida es fundamental. Prólogo al libro de “La Iglesia” del Cardenal J. Ratzinger